-Nadie dijo que no era una zona de juegos peligrosos... Le dije a Ian mientras nos tiramos en unas colchonetas entre besos y caricias.
-Espera, quiero asegurarme de que no vendrá ningún niño a molestar. Le saqué las llaves y aseguré la puerta. Volví corriendo a su lado con un paquete de pochoclos que nos habían quedado del cine.
-Abre la boca gallito. Emboqué uno en su boca y luego era su turno de hacerlo pero fue mejor idea seguir besándonos.
-Espera, quiero asegurarme de que no vendrá ningún niño a molestar. Le saqué las llaves y aseguré la puerta. Volví corriendo a su lado con un paquete de pochoclos que nos habían quedado del cine.
-Abre la boca gallito. Emboqué uno en su boca y luego era su turno de hacerlo pero fue mejor idea seguir besándonos.